¿QUÉ HAGO?
Por Valeria Schapira - Experta en relaciones
El humor es vital en cualquier vínculo pero a veces se enmascara bajo la descripción de humor a algo que en verdad no es tal cosa, sino un modo hiriente de tratar.
¿Qué ocurre cuando tu compañero sentimental se burla de ti y te ridiculiza, en privado o en público?
En esta nota te contamos como detectar las señales de este abuso emocional y poner freno a esta situación que puede llegar inclusive a derivar en violencia de género.
En muchas parejas se suscitan discusiones en las que ambos suelen intentar “ganar”, como si en ese combate no perdiera un poco cada uno. Son los clásicos intercambios en los que se intenta imponer una postura en lugar de buscar consensos. Muchas veces, en estos contextos se apela a la burla como una de las “armas”. Existen distintas maneras de ridiculizar al otro y es bueno que estés atento/a a las señales si estás recibiendo alguna agresión como estas:
1. Ironías: es común que algunas personas busquen lastimar con las palabras cuando se produce un desencuentro. La ironía – o peor aún el sarcasmo - , pueden ser muy dolorosos. Las palabras pueden convertirse en puñales cuando son filosas. Detenlas a tiempo. Dile a tu pareja que no mereces ese tratamiento. Un diálogo amoroso conduce a buen puerto siempre. Si insiste con este trato, evalúa qué ocurre con tu estima para quedarte al lado de quien insiste en hacerte daño.
2. Ridiculización: detrás de una broma en apariencia inocente pueden esconderse intenciones dañinas. Si él o ella pone su empeño en hacerte sentir tonto o inferior, para que te sientas disminuido, presta atención. Las situaciones de violencia suelen comenzar con palabras de desprecio o actitudes en las que alguien procura que te sientas inferior, poco adecuado, etc.
3. Descalificación: los manipuladores suelen descalificar como una manera de obtener poder sobre el otro, de sentirse importantes en detrimento de sus víctimas. Si sientes que no puedes zafar de esa situación, pide ayuda profesional de manera urgente.
4. Críticas: puede que ya estés acostumbrado/a a recibir cuestionamientos o juicios sobre todo lo que dices o haces. Esto no ha de convertirse en algo natural en tu vida ni en ninguna relación. Todos tenemos errores pero quien solo saber ver lo malo en ti es una persona tóxica que busca desvalorizarte en lugar de apoyarte en tu crecimiento. Quien todo lo crítica intenta ubicarse en un plano de superioridad que, además, le permite obtener dominio sobre tu persona. Las críticas enmascaradas de humor pueden ser las peores.
5. Groserías: existen decenas de maneras de faltar el respeto. Puede ser a través del “no registro” de tus necesidades, no dejarte hablar, minimizar como tonterías lo que dices… Detecta a tiempo estos modos: pueden ser la antesala de la violencia física. No caigas en la trampa cuando te digan que te ofendes porque eres “demasiado sensible” o que careces de humor. El humor no tiene por qué hacer sentir mal a nadie.
- Traición a la confianza: hay pequeños (o grandes) secretos que se guardan en una relación. Utilizarlos delante de los amigos, la familia u otras personas para reírse de quien te los confió, poniendo al otro en evidencia es una deslealtad absoluta.
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